

Los Trillizos Alfa es una novela ligera popular que abarca géneros como Novelas. Se han traducido 20 capítulos y la traducción de otros capítulos está en progreso.
Sinopsis
Los Trillizos Alfa.
Nota de Tac-K: Novela terminada para suscriptoras, a disfrutar lindas personitas.
— Empezando el 22-02-2025
Los Trillizos Alfa – Inicio
Dejo escapar un suspiro cansado cuando mis ojos se encuentran con el enorme reloj de la pared.
Era más de la una de la madrugada.
Las tareas de ayer habían sido interminables. A pesar de empezar temprano, mucho antes de que nadie se despertara, había trabajado sin parar hasta el día siguiente, sin descansos.
Nathalia, la hija del Alfa, se había alegrado de verme enterrado en el trabajo. Rechazaba cualquier intento de ayudarme y los castigaba severamente, como hacía siempre. Su crueldad mantenía a la gente alejada de mí, ya que el miedo a sus duros castigos superaba cualquier simpatía que pudieran sentir.
Nadie se atrevía a traicionarla. Quien lo hacía, se arrepentía.
Se complacía en mi miseria, como si fuera una fuente de entretenimiento. Verme solo, sin nadie a mi lado, parecía satisfacerla.
Nathalia y yo nacimos el mismo día, pero de madres diferentes. Compartíamos el mismo padre, pero nuestras vidas no podían ser más diferentes. Su madre era la Luna, mientras que la mía era la amante del Alfa o, como todos preferían llamarla, la puta del Alfa.
Durante veinte años, Nathalia me había odiado sin motivo. Pero quizá había una razón: mi madre había sido la amante de su padre.
Nunca perdía la oportunidad de hacerme la vida imposible, recordándome constantemente que era un bastardo que nunca sería aceptado. Una desgracia. La hija de una puta asquerosa.
Mi madre, por otra parte, no hizo nada para mejorar las cosas. En todo caso, no hizo más que aumentar el tormento que Nathalia me infligía.
Siempre había creído que una madre debía amar, proteger y cuidar a su hijo. La mía hacía todo lo contrario.
Nunca ocultó que deseaba que yo no hubiera nacido. Me lo recordaba todos los días, convirtiéndolo en una melodía cruel a la que no tenía más remedio que acostumbrarme, una canción que nunca dejaba de sonar.
Aunque me hice la valiente y fingí que sus palabras no me dolían, en el fondo me rompieron el corazón en pedazos.
Nunca le había hecho daño. Siempre me había comportado, siempre había intentado complacerla, incluso a mi costa. Pero nada de lo que hacía cambiaba sus sentimientos hacia mí.
Su amor por mí era tan frío como el hielo.
El amor maternal era algo que nunca había probado, algo que anhelaba cada día de mi vida, pero sabía que nunca lo conseguiría.
Aunque mi padre nunca me demostró afecto, no me hizo la vida imposible ni triste. Nunca me defendió cuando mi madre o Nathalia me castigaban, pero tampoco se sumó a mis problemas. En las raras ocasiones en que estaba de buen humor, prohibía a Nathalia que me castigara. Yo se lo agradecía.
Con los años, había dejado de regodearme en la autocompasión y lo había aceptado como mi destino, aunque fuera horrible.
Me asusté al oír pasos y me escondí detrás de una columna, pero sentí alivio al ver a un guardia patrullando.
¡Estupendo! Los guardias y yo éramos los únicos que seguíamos despiertos. Gracias a esa diablesa por mantenerme despierto hasta tan tarde mientras ella roncaba en su cómoda cama.
– Continua en Los Trillizos Alfa capítulo 1 –
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar